Según los registros, la historia del tarot se remonta al siglo XII. Desde siempre, ha existido la necesidad de los seres humanos por conocer el futuro. El tarot ha sido utilizado por videntes y amantes de las artes ocultas.
Muchas son las teorías que giran en torno al origen real del tarot. Sin embargo, si damos una mirada al pasado, podemos entender las primeras apariciones de las barajas.
Índice
Aparición de los primeros naipes
Existen diferentes versiones de las primeras apariciones de los naipes. Algunos afirman que se originaron en India, otros en China o en Egipto. No obstante, la versión con más peso indica que su creación fue en el siglo XII.
Los estudios indican que los naipes llegaron a Europa desde el Oriente. Fueron traídos por los árabes, mediante los reinos cristianos. La baraja árabe tenía como características principales las monedas, bastones, copas, cimitarras.
En el año 1310, el Principado de Cataluña instauró la prohibición de los juegos de cartas. Esta mención es la que más antigüedad tiene, con respecto a los juegos de naipes realizados en Europa. Además, es una muestra de que esta práctica provenía de años anteriores, para que pudiera darse la prohibición.
En otros lugares de España, se conocían los naipes, pues en 1331, se prohibió a los caballeros llevar esta práctica. Una prohibición similar fue realizada en el año 1387, por don Juan I de Castilla.
Cuatro años más tarde, en Marsella, también se menciona la prohibición de los naipes. Se hace referencia al hijo de un mercader de Marsella, quien es trasladado para Alejandría para evitar los juegos de azar.
De igual forma, existen evidencias en un artículo publicado en el año 1702, donde se indica que las primeras apariciones de las cartas francesas fueron fabricadas en España, con fines de entretenimiento para el rey Carlos VI.
El material con que fabricaban los naipes era de un cartón grueso, semejante al usado en los manuscritos antiguos. Las figuras se basaban en campos de oros, dos mujeres (una a caballo), dos sotas y tres reyes. Todas llevan una espada, bastón o moneda. Al parecer los colores se aplicaban con contramoldes.
¿Cuándo aparecen las primeras cartas del tarot?
Los registros de la aparición de las primeras cartas del tarot, nos trasladan a la Antigua Roma, donde el mazo con más antigüedad conocido, se observó en una breve descripción del libro de Martiano, cuya finalidad era dar a conocer el sistema de dioses griegos. El propósito era expresar un poder político. Es así como los cuatro palos hacían referencia a las aves, también buscaba exponer la descendencia de Venus y Júpiter, héroes terrenales.
Según el historiador Giordano Berti, fue el duque de Milán, Filippo Maria Visconti, quien inventó el tarot. Por su parte, Stuart Kaplan, un experto reconocido en el tarot, afirma que el simbolismo proviene del tarot italiano.
Se conoce que el uso del tarot era exclusivo de la clase alta. Los registros nos llevan al siglo XIV, donde la Iglesia católica y los gobernantes civiles, inicialmente, no estuvieron en contra de las cartas del tarot. Además, en algunas localidades, el tarot estaba exento de normativas legales que impedían su uso.
Mazos del tarot más antiguos
El tarot más antiguo, del que existe constancia de forma real y documentada, es el tarot Visconti-Sforza. Fue pintado en la mitad del siglo XV, como símbolo de celebración de Francesco Sforza y su esposa Bianca María Visconti, al conquistar el poder en Millán. Se presume el arte de la pintura en manos de Bonifacio Bembo. No obstante, algunas cartas se realizaron por miniaturistas de escuelas diferentes.
Se trata de un mazo que ha sido reproducido ampliamente. En la actualidad, 35 cartas están en el Museo Morgan. En la Accademia Carrara hay 26, y en la Casa Colleoni dos. Hay dos cartas que no se sabe de su existencia, son el Diablo y la Torre. A ciencia cierta no se conoce si nunca se crearon o se perdieron.
Su composición se basa en palos de espadas, oro, bastos, copas y figuras del caballo, reina, rey y sota. Las imágenes reflejan de manera particular los triunfos de la época.
Otras cartas que sobreviven son las del Tarot Cary-Yale, creado en 1442-1447 por un artista anónimo, quien pintó las barajas para los Visconti-Sforza. Se trata de 66 cartas que reposan en la actualidad en la Biblioteca de la Universidad de Yale.
Con la invención de la imprenta, se han reproducido diferentes versiones, expandiéndose al mundo entero.
Las cartas y la adivinación
Los registros que relacionan a las cartas con la cartomancia, provienen del año 1750. Un manuscrito anónimo documenta los diferentes significados atribuidos a las cartas. Fue en París, durante los años 1780, cuando Etteilla y Antoine Court de Gébelin utilizaron al tarot de Marsella para el arte de la adivinación.
En 1789, Etteilla usó la baraja del tarot para fines esotéricos y ocultistas. Esto lo realizó, según estudios de Gébelin, basándose en las creencias misteriosas del Libro de Thot, provenientes del antiguo Egipto.
Por otro lado, en las reuniones sociales existía la costumbre de solicitar a los presentes que eligieran una carta al azar. Luego, las figuras definirían su destino, personalidad o situaciones en concreto.
El tarot en la actualidad
Los defensores y protectores del tarot, se han encargado de estudiar las cartas y transmitir sus conocimientos. Un ejemplo de ello es Alejandro Jodorowsky, uno de los tarólogos más importantes en el mundo. Según una teoría que comparte con Phillippe Camoin, un descendiente de los impresores del tarot de Marsella, cada religión tomó su sabiduría para impregnar las barajas con los secretos de la humanidad. Todo esto antes de que los conflictos acabaran con el conocimiento ancestral.
Hoy en día, gracias al estudio y análisis, la interpretación del tarot es más certera. Contribuyendo a que la humanidad reconozca su sentido, entienda y analice su inconsciente desde una perspectiva más real.
El tarot ha evolucionado de tal manera que ya no es necesario recurrir a consultas presenciales. Por medio del tarot telefónico o el tarot online, es posible acceder a esta herramienta de adivinación poderosa que nos ha acompañado desde hace siglos.